El Monasterio

Algo de
historia

Los monasterios cistercienses no solo implicaron una renovada espiritualidad sino que supusieron un proyecto de transformación económico-social, señas de identidad que sirven de inspiración a los planes de futuro de la Fundación Rioseco. En la comunidad cisterciense convivían los monjes y los legos que se ocupaban del trabajo en las granjas. En sus mejores momentos Rioseco debió contar con una comunidad de 100 personas, de las que 25 serían monjes y el resto conversos, novicios y criados.

En 2010, el proyecto “Salvemos Rioseco” consiguió detener la ruina del monasterio.

Con la Desamortización del s.XIX el monasterio fue vendido pero la familia adquirente acabó donándolo posteriormente al arzobispado de Burgos. Como consecuencia de años de olvido y abandono fueron desapareciendo muchas partes del monasterio y Rioseco agonizaba asfixiado entre la maleza y el expolio, hasta que a partir del año 2010 el proyecto de innovación educativa “Salvemos Rioseco” y el empeño de la parroquia del monasterio consiguieron concienciar a la población, movilizar a los vecinos y detener la ruina.

Con ayuda de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, donativos de los visitantes y campañas de micromecenazgo se ha iniciado una etapa de intervenciones urgentes que están permitiendo rehabilitar Rioseco, lo que ha motivado que Hispania Nostra haya excluido al monasterio de la Lista Roja y que haya sido declarado Bien de Interés Cultural en 2019.

Etapas
constructivas

El monasterio cisterciense de Santa María de Rioseco se estableció definitivamente en 1236 en el lugar que ocupa actualmente en el Valle de Manzanedo. En su construcción destacan tres etapas. A la primitiva de los siglos XIII-XIV corresponde la iglesia monástica, caracterizada por la sobriedad ornamental. La entrada en La Congregación de Castilla trajo un periodo de pujanza económica que se patentiza en las obras renacentistas llevadas a cabo tanto en la zona palaciega de la torre del abad, como en el claustro de la hospedería desaparecido tras la Desamortización y en el claustro reglar, contratado en 1595 con Juan de Naveda, de gran clasicismo. En la etapa barroca se acomete la remodelación de las nuevas sala capitular y sacristía y se realizan un importante número de obras menores, así como una profunda renovación en el amueblamiento litúrgico.

Organización
monástica

En el recinto monástico estaban las dependencias de los monjes y separadas de estas la hospedería -donde se alojaban los viajeros- y el hospital, donde se cuidaba de los enfermos pobres. Asimismo los monjes se ocupaban de los indigentes que acudían al monasterio en busca de limosna, comida o ropa.

Fuera del convento se encontraban las familias que trabajaban en las granjas, ventas, molinos y batanes, que formaban el coto redondo del monasterio. Los monjes de Rioseco crearon una explotación agrícola modélica, introduciendo en el Valle de Manzanedo cultivos de trigo, viñedos, lino y frutales, desarrollando también un plan ganadero, aprovechando prados y bosques, con una cabaña que llegó a contar con 2.000 cabezas de ovejas y una cifra menor de otras especies.

Los monjes de Rioseco crearon una explotación agrícola y ganadera modélica.

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